Cobertura de la Conferencia General: La Conferencia General diferida de 2020 se llevará a cabo del 23 de abril al 4 de mayo.

Cómo ser un discípulo que hace discípulos

Un servicio religioso al aire libre en los ministerios River of Life en Carolina del Norte.
Un servicio religioso al aire libre en los ministerios River of Life en Carolina del Norte.

El discipulado es una de esas palabras típicas de la iglesia que se usa frecuentemente, pero la gente encuentra difícil definirla. Hacer discípulos es parte de la misión de la Iglesia Metodista Unida, pero muchos se preguntan cómo es que esto funciona en términos prácticos.

Para expresarlo en forma sencilla, el discipulado es ser cristiano o, más específicamente, es conducirnos como Jesús.

¿Cómo funciona esto de ser como Jesús?

En mi experiencia, se trata de ser bueno con los demás y no esperar nada a cambio. En mi vida personal, me gusta decir, “Llevo a Jesús conmigo a dondequiera que vaya”. No practico el proselitismo, pero me aseguro de tratar bien a los demás.

El discipulado no se limita a los medios tradicionales del estudio bíblico, grupos pequeños y la programación semanal de la iglesia. El discipulado consiste en salir con nuestras amistades y escucharlos hablar de sus vidas. Consiste en mirar desde su ventana a los niños de los vecinos para asegurarnos que suban al bus sanos y salvos.

Discipulado consiste en abogar por los derechos, la seguridad y el bienestar de los que nos rodean. Discipulado es hacernos presente cuando la gente nos necesita. El mejor discipulado es ser un buen vecino.

Todo lo que hizo Jesús fue en comunidad. Cuidó de los demás y amó libremente. Este ha sido siempre el modelo del discipulado, porque el discipulado existe en comunidad. No se limita a los domingos por la mañana. Es tu postura diaria en el mundo. Es cómo nos acercamos más a Dios y el prójimo. Esto ocurre incluso en lugares donde no se esperaría el discipulado.

Por tanto, vayan… (Mateo 28:19)

Las comunidades de fe son tan variadas como la gente que las compone. Las comunidades de fe no tradicionales (quizá usted haya oído de Fresh Expressions) a menudo surgen en lugares que las estructuras tradicionales juzgan como tabú. Estos espacios de fe surgen para llenar una función particular en ciertas comunidades.

Empezando una iglesia en un bar

Cuando cursaba el seminario, hice una práctica en una Iglesia Bar, en Midtown Atlanta. Era una comunidad de adoración no tradicional que servía a aquellos que todavía tenían fe pero que no se sentían bienvenidos en otros lugares. También atraía a personas que todavía sufrían de algún trauma sufrido en lugares tradicionales de adoración. El bar era un lugar alegre que podían aceptar.

El servicio de adoración consistía en un simple formato de cerveza e himnos un domingo, además de un servicio más moderno durante la semana, el cual admitía canciones seculares entrelazadas con el tema de adoración. Cada dos semanas se daba término al servicio con la actividad de preparar sándwiches para la gente de la comunidad local.

Este lugar se convirtió en el refugio de personas queer y transgénero. Era un faro para los marginados. Fue uno de los espacios más sanadores que he conocido. Fue un lugar de acogida y discipulado radical porque se atrevió a encontrar a la gente allí donde estaban, incluso en un lugar que algunos cristianos no considerarían un lugar de adoración.

El ejemplo más obvio es el ministerio universitario. Aunque la Fundación Wesley está asociada con la iglesia, son comunidades de fe son muy distintas al resto. Fue una de esas comunidades la que me trajo de vuelta a Dios cuando estudiaba en la universidad.

Las comunidades de buena fe ofrecen un lugar donde conectarse y oportunidades para servir. Alcanzan a la gente allí donde se encuentran y no les exigen que se conformen. La gente busca un lugar donde puedan sentirse íntegros y afirmados en su identidad.

Las comunidades de fe no tradicionales suelen moldearse por su contexto, lo que está a su favor. Proveen perspectivas frescas de discipulado que podrían lucir muy diferentes a la iglesia tradicional.

Que haya espacio para todos

Al igual que Jesús, debemos ir donde la gente va. Esfuércese por ser como Jesús dondequiera que vaya y haga todo lo posible para ser un buen vecino en el mundo. Sea un lugar no tradicional o una iglesia local, usted puede ser un discípulo y hacer discípulos por medio de imitar la conducta de Jesucristo. Practique la bienvenida radical e invite a la gente constantemente, de acuerdo a nuestro entendimiento de la gracia preveniente.

Dar cabida a toda la gente y a todas las expresiones es muy importante. Tengo un amigo que organiza para los jóvenes del sector una noche de juegos para personas queer y transgénero en el sótano de una iglesia. Este es un ejemplo perfecto de la colaboración entre iglesias tradicionales y ministerios no tradicionales.

Cuando su iglesia organiza eventos y se hace presente en la comunidad local, esto le da la oportunidad de conectarse y mostrar amor a la gente que de otra manera jamás conocería. Las acciones de discipulado más significativas en las que he participado han sido locales con los vecinos que rodean la iglesia. Cada evento fue una oportunidad para hacernos presentes para la comunidad, lo cual es el medio más básico y significativo de discipulado. Si la gente le da la oportunidad de apoyarla, aprovéchela.

Encuentre a la gente allí donde está

Durante la pandemia, un grupo de madres temían que sus niños se quedaran atrás en sus estudios debido a la carencia de clases presenciales. Para remediar la situación, crearon una escuela que seguía todos los protocolos de seguridad. Mi congregación estuvo feliz de organizar las clases en nuestro edificio. Encontramos a estas familias en necesidad allí donde estaban y entablamos una colaboración significativa.

Esta es la mejor forma de discipulado. Es el discipulado que te forma y que crea conexiones que durarán por toda la vida. Así que, organice y asista a los eventos, juegos y barbacoas. Organice caminatas y días de jardinería. Empiece un grupo de oración. Ofrézcase de voluntario para el festival de otoño. Apadrine a una familia para la Navidad.

Dese la oportunidad de encontrar a la gente allí donde está, para que pueda reunirlas así como Dios nos reunió a nosotros. Eso es discipulado.

Laquaan Malachi es pastor local licenciado en la Conferencia Anual de Minnesota de la Iglesia Metodista Unida. Le apasiona la gente y la justicia. También es autor, poeta y conferencista cuya obra a menudo incluye los temas de la justicia y/o la salud mental. Contáctese a través de Laura Buchanan.

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