“Corazones abiertos. Mentes abiertas. Puertas abiertas”.
Por dos décadas, la Iglesia Metodista Unida ha venido usando este eslogan. En los años previos al 2023, era difícil encontrar el eslogan en artículos oficiales de mercadeo. La realidad es que, para un buen número de metodistas unidos, el eslogan se sentía como falso porque las políticas denominacionales tenían los corazones y mentes cerradas hacia el clero LGBTQ+ y las bodas de personas del mismo sexo.
La Conferencia General es el cuerpo legislativo de la iglesia, el cual se reúne cada cuatro años –la pandemia del Covid interrumpió este ciclo por cuatro años. La Conferencia General es el único cuerpo autorizado para hablar oficialmente a nombre de la Iglesia Metodista Unida. Este cuerpo se compone de delegados de toda la conexión mundial metodista unida y tiene la tarea de establecer las declaraciones doctrinales y políticas de la iglesia.
La Conferencia General del año 1972 produjo la siguiente declaración sobre la homosexualidad a nombre de la Iglesia Metodista Unida: “No toleramos la práctica de la homosexualidad y la consideramos incompatible con la enseñanza cristiana”. Además, la Conferencia General de 1972 añadió una política en torno a esta declaración, prohibiendo el uso de fondos de la iglesia para apoyar organizaciones vinculadas con la promoción de la homosexualidad, agregando lenguaje a los documentos de la iglesia que afirmaban que la Iglesia Metodista Unida no reconocería los matrimonios entre personas del mismo sexo. La Conferencia General de 1984 prohibió la ordenación de “homosexuales practicantes declarados”.
Las contrapropuestas se remontan al año 1972, y dejaron en claro que la denominación no tenía una sola opinión en cuanto a la homosexualidad. En cada Conferencia General, se propuso nueva legislación para suavizar la postura de la denominación o para derogar por completo sus declaraciones y políticas restrictivas. Al llegar el año 2016, el debate se había llegado a ser tan extenuante que la Conferencia General detuvo todos los debates acerca de la homosexualidad y los pospuso para una Conferencia General especial en el año 2019.
Durante la Conferencia General de 2019, una escasa mayoría aprobó la postura denominacional anterior respecto a la homosexualidad, añadiendo sanciones obligatorias para el clero que celebrara bodas entre personas de un mismo sexo.
Con la instauración de leyes y lenguaje tan restrictivo, muchos metodistas unidos sintieron que el eslogan “Corazones abiertos. Mentes abiertas. Puertas abiertas”, sonaba bonito, pero era algo vacío para una denominación que limitaba la participación plena de algunas personas”.
La Conferencia General de 2019 también añadió una ley eclesiástica que permitía que las congregaciones abandonen la denominación “por razones de consciencia” conectadas a la homosexualidad. En los años que vinieron, más de 7,600 iglesias renunciaron a la denominación –muchas se fueron no a causa de las políticas que la iglesia tenía respecto al clero gay y las bodas de personas del mismo sexo, sino porque pensaban que tales políticas probablemente serían derogadas en un futuro cercano.
Después de un retraso, la Conferencia General se reunió otra vez en 2024, en Charlotte, Carolina del Norte. La votación del 93% de los delegados presentes en la Conferencia General derogó la prohibición denominacional respecto a la ordenación de clero gay. También se eliminaron las sanciones contra el clero y las iglesias que celebraran bodas entre personas de un mismo sexo.
“Corazones abiertos. Mentes abiertas. Puertas abiertas”
Cuando la primera de las políticas fue derogada la mañana del 1 de mayo de 2024, muchos observadores y delegados presentes en la sesión legislativa expresaron alivio.
“Ahora hemos tomado medidas para hacer lo que deberíamos haber hecho décadas atrás, esto es, asegurar que aquello que defendíamos ahora se ponga en práctica”, dijo el delegado”, Frederick Brewington.
La Rev. Amy Stapleton añadió, “quizá por primera vez cuando digamos ‘Corazones abiertos. Mentes abiertas. Puertas abiertas’ seremos consistentes con nuestro mensaje. Esta vez lo decimos en serio”.
La Conferencia General también votó para borrar expresiones que denunciaban la homosexualidad como “incompatible con la enseñanza cristiana”, y eliminó la afirmación que prohibía que la iglesia proveyera de fondos para organizaciones conectadas con LGBTQ.
La Conferencia General también produjo otras acciones significativas. Gran parte del debate sobre la homosexualidad, en los últimos 40 años, tuvo que ver con el alcance mundial de la Iglesia Metodista Unida. Mientras que muchos feligreses de la iglesia de los Estados Unidos estaban listos para abrir las puertas a la participación y liderazgo plenos de personas LGBTQ, voces de otras partes del mundo temían las repercusiones que se darían en sus países. La Conferencia General aprobó planes para regionalizar la denominación. Esto permitirá políticas y doctrinas contextualizadas.
La Conferencia General también emitió disculpas a nombre de la denominación. Primero, el cuerpo legislativo aprobó una disculpa por el papel que jugó una de sus denominaciones precedentes en el derrocamiento de la monarquía de Hawái, en 1893. La Conferencia General también leyó una disculpa por el abuso sexual y la conducta sexual inapropiada dentro de la Iglesia Metodista Unida. Esta disculpa también deberá leerse en las reuniones e iglesias locales.
Si bien el eslogan de corazones y mentes abiertas conducen a abrir las puertas para la participación futura de personas LGBTQ+, la puerta para que las congregaciones se vayan de la denominación se ha cerrado. La Conferencia General votó no extender la ley que permitía una fácil desafiliación de las congregaciones disidentes.
¿Qué sigue para la Iglesia Metodista Unida?
Los cambios doctrinales y legislativos aprobados por la Conferencia General no se implementarán de inmediato. Muchos de los cambios deberán ser aprobados también a nivel local. Los cuerpos legislativos locales tienen hasta el año 2025 para ratificar algunos cambios.
Los cambios respecto a la política de la iglesia respecto a la inclusión de personas LGBTQ podrían llevar a que más congregaciones abandonen la denominación, aunque ahora la puerta de salida ha sido bloqueada con la derogación de las medidas de desafiliación.
Siguiendo su eslogan, la Iglesia Metodista Unida ha buscado ser un cuerpo inclusivo y acogedor. Las acciones de la Conferencia General han ampliado su compromiso de ser una iglesia inclusiva. Para muchos, por fin se ha dado autenticidad al eslogan de apertura que tiene la denominación.
Los metodistas Unidos ofrecen una “mesa abierta”, que invita a todos a participar en la comunión sin importar su condición o historia. Ahora esta mesa se está extendiendo a otras áreas de la vida y liderazgo de la iglesia.
Para más información sobre lo ocurrido en esta última Conferencia General, visite United Methodist News and Commentary on the General Conference. Manténgase al día con lo publicado por UMC.org.
El Rev. Ryan Dunn es el anfitrión de Compass Podcast, un ministerio de participación en la web de Comunicaciones Metodistas Unidas.