Uno de los devocionales diarios más antiguo tiene sus raíces en el metodismo. Por 90 años, más de mil quinientos millones de copias del devocional The Upper Room (Aposento Alto) han impartido meditaciones y oraciones escritas por diecisiete mil escritores.
“La voces que escriben se han multiplicado, pero el contenido y la esperanza que encierra no ha cambiado, a saber, que sea un punto de encuentro para los cristianos de todo el mundo y que resalte lo que nos une en nuestra vida cristiana, sin tomar en cuenta la denominación o la geografía”, explica Lindsay Gray, Directora Ejecutiva de la publicación Aposento Alto.
“Un aspecto muy lindo de devocional diario es la gran dedicación que tienen sus lectores, quienes están dispuestos a enviar regularmente historias de su propia jornada espiritual, pensando que quizá su relato pueda ayudar a otras personas”, nos dice el Rev. Jeff Campbell, Secretario General de Ministerios de Discipulado y editor interino y secretario general asociado del Aposento Alto. El Aposento Alto es un ministerio de Ministerios de Discipulado.
Donde todo empezó
El Espíritu Santo empezó a inspirar a los visionarios originales del Aposento Alto a principios de la década de 1930 en la Iglesia Metodista Episcopal Travis Park, en San Antonio, Texas, donde la gente buscaba esperanza en medio de la Depresión. Desde el principio, la visión fue restablecer el “altar familiar”, esto es, la práctica de la oración y la lectura bíblica en los hogares.
Esta congregación metodista consideró el devocional como una fuente ecuménica de inspiración para toda la iglesia cristiana, y los lectores respondieron. En 1935, los 100,000 ejemplares de la primera edición se vendieron rápidamente. Tan solo cuatro años después, cada número tuvo más de un millón de ejemplares impresos.
Escritores de todo el mundo
Esta publicación de bolsillo inspiró a la gente, la cual quiso tomar parte. Los lectores enviaron tantas meditaciones que los editores ya no tenían que invitar a nadie para que colaborara. Quizá esto se debió al objetivo principal que tenía el Aposento Alto, a saber, ofrecer contenido diseñado para todos los seguidores de Cristo, sin considerar su nacionalidad, edad, raza o denominación, a fin de unirlos en la oración y lectura bíblica diarias.
El día de hoy, se reciben unas 5,000 meditaciones cada año. El equipo editorial las revisa cuidadosamente. Ahora que el devocional está disponible en 100 países y en más de 30 idiomas, un tercio de los escritores que colaboran con el Aposento Alto viven fuera de los Estados Unidos.
“Dado que hemos incorporado nuevos idiomas y formado asociaciones en todo el mundo, recibimos más y más meditaciones de diversos rincones del planeta”, comparte Gray. “Hemos recibido contribuciones desde Madagascar hasta Pakistán, y de Fiyi hasta Macedonia, y de muchos lugares donde ni siquiera contamos con ediciones específicas”.
Campbell añade, “Es una teología muy accesible. La escribe gente común y corriente. No se trata de profesores y teólogos de alto nivel. Es tan solo el lenguaje de la gente que escribe, un leguaje de la vida real. Creo que esta es la razón de por qué conmueve a la gente universalmente, porque es fácil de entender y procede del corazón, y eso es lo que hace que el Aposento Alto sea poderoso”.
Un lugar seguro para juntarse, crecer y orar
El Aposento Alto también es un lugar alejado de la política y las última noticias. Gray explica que el equipo editorial “está del todo dedicado a ser un espacio seguro para que la gente de todo trasfondo cristiano… cualquiera sea su razón para acudir al Aposento Alto, encuentre un lugar seguro donde discutir cómo Dios está obrando en sus vidas y para centrarse en los temas que nos unen sobre cómo ser un seguidor de Cristo, incluso cuando existen diferencias notables”.
“Es un momento para detenerse y decir, ‘este es un contexto de desconozco por completo. Sin embargo, cuántos elementos me resultan familiares y cuán similar soy a esta persona del otro lado del planeta’”.
Evolucionando y siguiendo igual
El formato del Aposento Alto no ha cambiado. Siempre ha incluido una lectura diaria de la Biblia y una reflexión y oración personal. Los temas que se abordan en el devocional han cambiado a medida que con el tiempo el contenido que contribuyen los escritores cambia. Se convierte en una cápsula del tiempo que recoge las experiencias y el camino de fe de los lectores.
Campbell explica, “Se basa en lo que la gente siente en un momento particular o en lo que el Espíritu está haciendo en dicho momento. Creo que es por esto que tanta gente se identifica con lo que se escribe, porque no es la experiencia de una sola persona. Dios trabaja en la vida de todos”.
Lo que sí ha cambiado son la manera en que se distribuye el devocional para llegar a las personas que consumen su contenido. Campbell acaba de regalar dos suscripciones digitales a sus hijos, y ellos le comentan a menudo lo mucho que las reflexiones diarias impactan sus vidas. Nos dice, “Tan solo pensar que esto ha venido ocurriendo por 90 años es increíble. Me alegra tanto que ahora esté ayudando a mis hijos”.
La tecnología también ha simplificado el proceso del envío de manuscritos. “El portal digital de envío nos ha permitido expandir las oportunidades para que los escritores se comuniquen con mucha facilidad, ya que cualquiera que acceda a nuestra página web puede compartir información”, dice Gray.
Los lectores diarios han creado una comunidad digital única. El sitio web del Aposento Alto cuenta con un muro de oración donde la gente comparte peticiones de oración e interactúan unos con otros. También tienen la oportunidad de comentar sobre las lecturas devocionales recientes.
De cara al futuro, el equipo editorial seguirá orando para saber qué rumbo tomar, incluyendo un mayor alcance mundial, plataformas de distribución para alcanzar a nuevos lectores y formas para que la gente se involucre más.
Laura Buchanan trabaja para UMC.org en Comunicaciones Metodistas Unidas, Nashville, Tennessee. Contáctese por email.