Dios nos sorprende

He escuchado a la gente describir los milagros como si fueran un rayo, algo instantáneo, dramático, algo tan sorprendente que uno pestañea sin estar seguro de qué fue lo que vimos. Mi experiencia ha sido diferente. Después de solo unas horas de haber nacido, mi hijo sufrió un derrame cerebral masivo que lo dejó paralizado en todo el lado derecho. Los doctores hicieron todos los exámenes necesarios para determinar qué había ocurrido y la prognosis no fue buena.

En el cuarto del hospital, el doctor compartió que nuestro pequeño Lukas no sería capaz de caminar o hablar, y que su vida estaría marcada por una fuerte discapacidad. Nos rehusamos a creer algo así. Oramos a Dios que lo sane. Admito que la sanidad que pedimos en oración en esos primeros horribles días no fue lo que hemos visto. Quería un cambio instantáneo como un rayo del cielo. Pero lo que recibimos en los últimos diez años fue más bien una lluvia suave, continua, sanadora y a veces enmarañada. Contra todo pronóstico, Lukas ha seguido mejorando, pero mucho menos de lo que se espera según el desarrollo infantil normal y con muchas terapias e intervenciones. Sin embargo, ha progresado.

Pero de repente surgió otro contratiempo. El daño causado por el derrame cerebral produjo un trastorno convulsivo que siguió empeorando sin que pudiera ser controlado con remedios. Nos vimos enfrentados a tener que decidir si lo sometíamos a una invasiva operación al cerebro a fin de controlar las convulsiones o si dejábamos que las convulsiones destruyeran su vida en los años que vendrían. Seguimos orando y finalmente lo pusimos en manos del cirujano en lo que fue la decisión más grande que hemos hecho como padres. Pasamos semanas en el hospital, pero lo dieron de alta unos días antes de la Semana Santa. En este tiempo en que celebramos el poder de Jesús sobre la muerte, siempre me acuerdo del renacimiento que Lukas experimentó.

Empezó a caminar y comenzó a moverse alrededor. Cuando cumplió cuatro años, pudo levantarse por sí mismo el día de Navidad, y quedamos tan sorprendidos. Poco a poco desarrolló más habilidades, el habla y más movimiento. También desarrolló un espíritu admirable. Tiene una tremenda capacidad de amar y empatizar. Cuando tenía cuatro años, cuando con las justas podía caminar en forma independiente, me dejó sola durante la boda de unos amigos. Me tomó cierto tiempo para abrirme paso entre la gente y llegar donde él estaba. Lo encontré junto a una mujer que no conocíamos con su brazo bueno alrededor de ella y su cabeza descansando en ella. Lágrimas corrían por la cara de la mujer. No supe qué decir y llorando me dijo: “Estaba aquí sintiéndome completamente sola en este cuarto lleno de gente, cuando este pequeño apareció no sé de donde, tomó mi mano y me abrazó”. Dios nos sorprende. Nos envió esta dama para recordarnos de su amor. Contemplé sus lágrimas y lo supe, porque ha hecho lo mismo con nosotros. A cada paso de esta marcha, amigos y desconocidos han estado allí por nosotros haciendo su amor algo tangible.

Lukas continúa desarrollándose. Camina cojeando, el uso de su brazo derecho es limitado y vive con dolor crónico, pero también va a la escuela, tiene muchos amigos y es muy creativo y chistoso. Recientemente, Lukas participó en un proyecto en el cual se le preguntó a varios niños acerca de su fe. Cuando se le preguntó a Lukas qué es un milagro, respondió “Dios nos sorprende”. Tiene toda la razón. Jamás podré entender por qué ha tenido que sufrir todos los desafíos que han llenado su corta vida o por qué otros no han experimentado la sanidad que él ha logrado. Tengo más preguntas que respuestas, pero he visto el amor de Dios resplandeciendo a través de él. Veo su gozo y he llegado a aprender que el milagro no está en el momento sino en la relación. Criar a Lukas me ha mostrado que los milagros están en todo lugar para recordarnos constantemente del eterno amor de Dios.


Jennifer Rodia es esposa, madre y amiga que siempre busca formas para recordarle al mundo del amor de Dios. También sirve como Directora de Comunicaciones de Comunicaciones Metodistas Unidas.


[Originalmente publicado 28 de marzo, 2017. Actualizado 10 de abril, 2019]

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